domingo, 25 de noviembre de 2012

El largo camino hacia la ReRe

Nota de opinión publicada en el diario La Verdad el 25 de noviembre de 2012 (aca)

Es necesario y honesto decir que quien escribe está a favor de la posibilidad de que se pueda habilitar a que la Presidenta Cristina Fernandez de Kirchner compita en el año 2015 por un potencial tercer periodo a cargo de la Presidencia de la Nación. Hecha esta aclaración, el lector sabe desde que lugar escribiré las siguientes líneas.
La construcción de un pensamiento mágico colectivo que han logrado los medios de comunicación de poder dominante ha llevado a una gran parte de la población de nuestro país a creer que la re reelección es una decisión de Cristina, que con un simple chasquido de dedos conseguirá y listo. La posibilidad de que la actual mandataria consiga un tercer mandato existe, pero para ello hay que sortear varios obstáculos y cumplir con lo que dispone la Constitución Nacional en su artículo 30 que dice: “La constitución puede reformarse en todo o en cualquiera de sus partes. La necesidad de la reforma debe ser declarada por el Congreso con el voto de dos terceras partes, al menos, de sus miembros (...)". Ese “dos tercios”, tiene al menos cuatro formas de interpretarse según como y quien lo mire. El primer criterio sostiene que son dos tercios de los que integran la Cámara, tal como se interpretó en el año 1994. La segunda forma de interpretar es la de dos tercios de los presentes, tal como se definió en las Convenciones Constituyentes de 1860, 66 y 1949. Luego hay dos formas más complicadas de concebir el mismo artículo. Una de ellas se refiere a los dos tercios de los que ejercen el cargo, excluyendo a las bancas vacantes (no asumido, de licencia, renunciado, removido, inhabilitado, y sin reemplazo). La otra se sostiene en un proyecto del ex diputado Francisco Durañona y Vedia en 1991 e interpreta que los dos tercios de los presentes que votan, excluyendo a los que se abstienen, pero que están presentes. O sea, se va a abrir un amplio debate sobre que significan esos dos tercios antes que se reforme nada.
Hoy el gobierno no dispone de mayoría en el Congreso que vote la necesidad de reforma. Para lograrla, el Frente para la Victoria debería conseguir un resultado similar o mejor al de 2011 en las próximas elecciones legislativas de 2013 (sin olvidarnos de las primarias abiertas simultaneas y obligatorias) y después de eso, que no es una tarea sencilla, negociar con otros sectores de la oposición para conseguir esos dos tercios (de cualquiera de las maneras que se interprete) en el Congreso y aprobar la reforma. Luego ganar las elecciones de Constituyentes y una vez celebrada la Convención y reformada la carta magna se abriría un nuevo capítulo que tiene que ver con la interna del Justicialismo. La parte final del camino a la Re Reelección, la dejamos para el final.
Los sondeos sobre la posibilidad de re reelección van desde un 65% a un 80% en contra, según quien sea la encuestadora, y aún entre los votantes de Cristina en 2011 hay quienes se oponen a un tercer mandato. Los Cristinistas más optimistas opinan que parten con un lindo piso de entre el 25% y 35% a favor de la ReRe y que en la medida que los medios no hegemonicen un relato falaz, la ciudadanía sería más permeable a la posibilidad de que CFK sea reelegida.
Entre algunos argumentos en las manifestaciones del 11S y el 8N estaba la cerrada postura a una ReRe, obviamente ensalzada por algunos opositores. 16 senadores radicales, 4 senadores del FAP y 6 del peronismo disidente, días antes del 8N, casualmente, firmaron una declaración en repudio a cualquier reforma de la constitución. Un papel sin ningún otro valor que el declamatorio, y con el objetivo claro de reforzar más un argumento para la marcha. Pero lo más curioso de la oposición es la carencia absoluta de autocrítica. El sector que señala a La Presidenta como soberbia, no ha sido capaz de analizar porque las mayorías populares no los acompañan. El Peronismo, con todos los errores que pueden apuntarle, tiene una lista de, entre 5 y 10 presidenciables, mientras que en todo el arco opositor ni siquiera llegan a uno presentable que pueda unificarlos, y ayudados por los medios dominantes.
Por eso, y volviendo al camino de la ReRe, si todo saliera a pedir del Kirchnerísmo, se debería tener en cuenta, primero, si Cristina está dispuesta, luego ganar las primarias, lograr un triunfo en las generales (se supone que contra varios opositores que podrán mostrar sus alternativas de país) y si gana las elecciones 2015 y una eventual de segunda vuelta, accedería finalmente a un tercer periodo al mando del país. ¿Bastante difícil de transitar, no? Porque no hay que olvidarse que además de las negociaciones, las alianzas estratégicas, los frentes electorales y las agencias de marketing, lo que termina por definir todo es el voto del pueblo, y que bien que sea así.

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