El PJ de Junín rumbo al 2013

Hace tres años, a meses de que el Kirchnerismo perdiera las elecciones en la Provincia de Buenos Aires, mientras participaba en Tandil del Congreso del Pensamiento Nacional, tuve oportunidad de dialogar con, el entonces ministro de Educación de la Provincia de Buenos Aires y hoy actual Diputado Nacional, Mario Oporto. Un político inteligente, preparado y con gran sentido del humor. Uno de los integrantes (muy joven) de la mesa que compartíamos (todos eran peronistas menos yo), en un tono más intimista y serio que el que veníamos llevando, le preguntó cómo se podía enfrentar una transición complicada, recomponerse y encarar lo que vendría. Una respuesta complicada para Oporto, casi que tenía que hacer un ensayo político, y aún cuando como Profesor de Historia podría apelar a algún momento de la historia para ejemplificar, decidió responder de manera más sencilla y llana. Dijo que en los momentos complicados había que buscar en lo más sencillo, en lo que está en la superficie y que de tan frecuente, nadie parece ver. Por ejemplo, dijo Oporto “Para nosotros, los peronistas, la marcha tiene mucho significado. Nos unifica, nos identifica, calma tempestades, simboliza nuestras ideas… busquemos ahí” expresó el ex Ministro con una sonrisa, mientras los ojos de los que estaban allí lo seguían atentamente. “¿Como dice nuestra marcha? ¿Que como vamos a ganar?… Todos Unidos Triunfaremos, no dividiéndonos entre los que pensamos igual, ¿y de qué manera?… Combatiendo al capital… y ¿por qué? … Por los principios sociales compañeros! – seguía manifestando Oporto en un tono más alto - y… ¿Para qué? … Para que reine en el pueblo, el amor y la igualdad”… Hubo algunas risas, y la charla siguió un buen rato, profundizando sobre ese disparador claro. El Peronismo de Junín no escapa a las características del Peronismo de todo el país. El abanico ideológico es tan amplio y dinámico que conviven las más increíbles diversidades y a nadie se le mueve un pelo. Por eso es el Peronismo un movimiento que ha sobrevivido a su propio líder y que perdura con una vocación de poder envidiable. La sequía de triunfos en el plano local hace que las diferencias se profundicen y que cualquier detalle o tontería que no tendría ninguna implicancia en situación de gobierno, sea motivo de disputas sin sentido. El gran salto de calidad institucional, el PJ de Junín, lo dio en las pasadas elecciones del 23 de octubre de 2011. Sin dudas, tanto Gustavo Traverso como candidato a Intendente como Héctor Azil como Presidente del Consejo de Partido, quedarán en la historia del Peronismo Juninense como los hombres que lograron la unificación de todos los sectores detrás de un mismo proyecto, algo que parecía increíble cuando en las primarias disputaron la candidatura siete listas. El resultado de esos comicios, el mejor para el PJ en muchísimos años, no alcanzó, pero demuestra que la primera parte de la marcha quedó bien entendida. Por eso 20.000 juninenses los acompañaron. Hay un dato curioso. Azil, que proviene del sector de Sanidad y un Farmacéutico como Gustavo Traverso, le aplicaron salud y medicación a un partido que dos años antes sólo había logrado 5000 votos. Lograron curarlo de la enfermedad del fracaso. Ante un año electoral como el que viene habrá que ver qué sucede en nuestra ciudad donde hay nueve agrupaciones distintas, una elección interna para el Consejo de Partido (por el momento sin acuerdos), las primarias con alrededor de 20 personas que se prueban el traje de candidato a concejal, cuando con mucho viento a favor podrían entrar solo cuatro y sin Cristina empujando. Traverso y Azil sanaron al PJ de los fracasos, pero hoy el Peronismo pareciera estar enfermo de egocentrismos. Una enfermedad más complicada de tratar. Habrá que recordarle a muchos, que lo que se busca es el amor y la igualdad en el pueblo, que para eso hay que combatir el capital y hay que hacerlo unidos (y organizados dicen muchos). Ojalá el PJ de Junín pueda combatir esa enfermedad que mata de verdad cualquier aspiración de triunfo. En particular, porque es el PJ quien tiene la dinámica de liderazgo para oponerse a lo que hay. Otro dato curioso. Hoy el Partido Justicialista de la ciudad no tiene local, y donde se hallaba, como un verdadero símbolo de necesitar más medicina, hay una farmacia.