El Barigüí (Mbarigüí: Insecto díptero nematócero de la familia Simulidae) es un diminuto insecto agresivo que prolifera en ríos y canales de regadío. Mide entre 2 y 3 milímetros y a diferencia de los mosquitos comunes, que pican con estilete, este hace un desgarro en la piel, que rasga y hace sangre. Al mismo tiempo libera una sustancia anestésica, un vasodilatador y un anticoagulante para lograr sacar mayor cantidad de sangre. El Barigüí ataca en enjambres y pone sus huevos en el río. Es difícil de erradicar porque sus larvas son subacuáticas, imposible fumigar. Cuando la temperatura permanece por más de 30 días menor de doce grados. El insecto muere o migra hacia climas cálidos.
El insecto se ganó el odio de Junín en el verano del 2001, cuando hizo su presentación en sociedad aderezando la crisis económica y social que se vivía por aquellos días. Eran tiempos de la Alianza, aquel globo de ensayo que significó un frente electoral anti menemista que puso a Fernando De la Rúa en la Presidencia de la Nación. Por esos aciagos días de desocupación, ajustes, recortes, despidos, revuelta social, saqueos verdaderos, y desesperación, Junín era gobernada por Abel Miguel, quien cumplía su quinto mandato consecutivo. La gestión municipal piloteaba los coletazos de una tremenda inundación y la responsable de Bienestar Social Magdalena Richinni hacía lo que podía sin obtener recursos de ningún tipo de un Gobierno Nacional manejado por el Grupo Sushi. El trabajo de la dirigente de Bienestar Social, no tuvo gran visualización y llegó agotada a una disputa de Internas Abiertas contra Meoni, quien ajustadamente se alzó con el triunfo para luego gobernar Junín hasta la actualidad.
La presencia del Barigüi 2013 (recargado), es probable que haya provocado ideas. En particular eso de “atacar en enjambre” a una administración que pareciera no tener grietas para colarle una derrota. En los últimos días, Lisandro Benito, dirigente de la Coalición Cívica en el ámbito local, dijo que están dialogando con el FAP y el MID para algún tipo de acuerdo electoral para el 2013. El dirigente del partido de Elisa Carrió reconoció que con los referentes locales de Hermes Binner y Carlos Zaffore mantienen “una idea común sobre distintos temas que hacen a la ciudad”. Benito, junto a Magda Richinni, Cecilia Ávila y José María Banfi, son los referentes del Miguelismo que bancaron al “Vasco” Miguel en las malas. Conformaron una feroz oposición al CoboMeonismoPro cada vez que pudieron y preparan a Banfi para la potencial candidatura a Intendente 2015. El MID local es una construcción personalista basada en la figura del odontólogo Ricardo Petraglia. Si bien, el trabajo y empeño del Profesor Rodolfo Pedernera es constante y silencioso, la figura de Petraglia está por encima del partido. Tal es así que en el año 2009, el sello con el que Petraglia accede a su banca es el de Partido Progreso Social (curiosamente cedido por el kirchnerismo). Por el lado de los representantes de Binner, la figura destacada es Sergio Agorreca, que no tuvo oportunidad de demostrar gestión, pero que, a priori, para los potenciales aliados, tiene “el sello” de Binnerista que sería el aporte que entregaría a la posible Alianza. (El dirigente Santafesino resultó segundo con una diferencia del 36% detrás de Cristina.)
El CoboMeonismoPro, obligado a obtener cinco ediles en los comicios de este año para mantener la mayoría, espera una dispersión del Frente para La Victoria y la presentación por separado de estas otras fuerzas que obtuvieron magros resultados en 2011. La idea de Benito, de una Alianza de los partidos de Carrió el FAP y el MID en el ámbito local, complica al CoboMeonismoPro y obliga al Frente para La Victoria a una lealtad similar a la del 2011 (difícil de repetir según la foto de hoy).
Claro que, el problema de las Alianzas, es ver cómo se desempeñan en la práctica. Es fácil unirse para no desaparecer del terreno político. El desafío es enfrentar las diferencias y convivir con ellas. Por otra parte, el ejemplo de la Alianza que gobernó el país y se fue en helicóptero no es un buen recuerdo. Pero quizá, en el ámbito local, pueda “morder” como el Barigüí y causar más daño que lo que hasta ahora parecen haberle provocado otros adversarios al “Ultimo Cobista”. Falta tiempo y en política todo puede suceder… sino, miren a Patricia Bulllrich que tiene más partidos que el Flaco Schiavi! Pero el tema va a ser cuando llegue el invierno, porque como la mosquita negra, quizá desaparezca la idea de unidad y la urraca blanca se coma las pocas larvas de algo que nunca fue.
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